De igual manera el artículo elaborado por la Ing. María Fuenmayor, sobre la seguridad en las obras de ingeniería y el refuerzo de edificaciones existentes para soportar fuerzas para las cuales no fueron inicialmente diseñadas.
La seguridad y firmeza en la construcción de grandes obras
Los
gobiernos del mundo y grandes inversionistas buscan la seguridad de sus
espaciosas o magnas obras, ante la posibilidad no calculada en el tiempo de un
sismo o terremoto. Los terremotos son un grave problema para el mundo entero,
especialmente en zonas tan frágiles como Japón. Hoy día se asoma al mercado de
la ingeniería y la arquitectura un nuevo sistema de refuerzo de edificios,
CABKOMA Strand Rod, el cual facilita la adaptación y protección de los
edificios no diseñados, para soportarlos.
Un
laboratorio japonés situado en Ishikawa, ha desarrollado un innovador sistema,
consistente en el uso de multitud de varillas flexibles basadas en fibra de
carbono, y que permitan reforzar fácilmente edificios ante posibles terremotos
y sin necesidad de cambios estructurales. El sistema supone una serie de
importantes ventajas respecto a otros sistemas convencionales, más costosos y
en ocasiones impracticables a la hora de reforzar un edificio ya construido,
pero no pensado para aguantar un terremoto, a partir de cierta magnitud.
Con
este nuevo sistema, se une el techo de los edificios al suelo con una serie de
varillas flexibles alrededor del mismo, que permiten que el edificio pueda
soportar terremotos de gran intensidad. El secreto de los refuerzos utilizados
para apuntalar los edificios con CABKOMA Strand Rod es combinar un núcleo de
fibra de carbono con otras fibras y cubrirlo con una resina termoplástica. El
resultado es una varilla flexible muy ligera y resistente, que permite que unos
158 metros puedan llevarse enrollados en una sola mano. De la mano del
arquitecto Kengo Kuma, la nueva fibra ha sido puesto a prueba en el exterior de
la sede de la misma compañía en Japón.
Los
filamentos de esta nueva fibra de carbono lo convierten en el refuerzo sísmico
más ligero del mundo, según informa la misma compañía asiática en su
investigación. El material posee una alta resistencia a la tracción con un
"delicado, pero sólido cuerpo estructural". Cabkoma es la primera
estructura de refuerzo antisísmico más liviano del mundo por el hecho de que un
rollo de 160 metros de largo sólo pesa 12 kg, lo cual facilita su
transportación ya que se la puede llevar simplemente en la mano; esto en
comparación de un alambre metálico con la misma resistencia acogería 5 veces
más su peso.
En
las nuevas construcciones son una rebaja en los costos y una fácil manipulación
del producto, además de ofrecernos la posibilidad de funcionar como transmisor
y regulador lumínico en los edificios.
Las
demostraciones sobre la eficacia del producto, lo utilizaron en la antigua sede
de Komatsu Seiren, en conjunto de materiales textiles y greenbiz, que es una
torta de biomasa, tierra y arcilla, similar a una cerámica esponjosa y porosa,
este es un material ecológico creado por la misma compañía.
En
el proceso de refuerzo de este edificio, no solo se renovó la parte externa,
sino que también se hizo un cambio por dentro, con el uso del mismo material en
los interiores del edificio, para darle más resistencia sísmica; en definitiva
este edificio es el primero en usar un refuerzo antisísmico de fibra Cabkoma
tanto dentro, como fuera de él.
Este
refuerzo antisísmico hecho de fibra de carbono y tela se conoce como CABKONA Strand
Rod, y se presenta como una revolucionaria fibra termo-plástica, la cual es
cubierta con fibras inorgánicas y sintéticas que a la vez son revestidas con
resinas termo-plástica. En pocas palabras, su núcleo se basa en la combinación
de fibra de carbono con otras fibras que luego se cubren con resina
termoplástica.
En
consecuencia, con su utilización, aquellos que se encuentren en el interior de
un inmueble podrán sentirse seguros cuando se produzca un terremoto, ya que por
sus filamentos la estructura se protegerá, porque su material ofrece una
excelente y elevada resistencia a la atracción, donde supera en fuerza al acero
y a la vez es 90 por ciento más ligero.
El
arquitecto Kengo Kuma, ha sido el primero en implementar este elemento
antisísmico en la elaboración de sus diseños estructurales, quien la implementó
en los planos constructivos de la sede de Komatsu Seiren. Esta sede en adición
posee materiales greenbiz y textiles, y se utilizó una torta de biomasa,
arcilla y tierra, lo cual es parecida a la cerámica porosa y esponjada, que en
conjunto le da a la estructura una mayor resistencia ante sismos.
La
misma absorbe a la perfección las ondas de choque sin adicionar volumen. Este
refuerzo se podrá utilizar no solo en las futuras construcciones sino también
en las ya construidas, principalmente en aquellas estructuras de patrimonio
cultural y turístico.
La
forma en que esta fibra protegerá las edificaciones de los terremotos es que al
atar la edificación al suelo, cubriéndola por completo por las fibras delgadas,
la misma en vez de colapsar se podrá mover al mismo nivel en que se mueve la
tierra durante un terremoto.
Su
resistencia se medirá según los años y los materiales usados en la construcción
de la edificación, sin embargo en caso de demostrar algún efecto la
edificación, el mismo será estético.
Para
aumentar la resistencia ante terremotos, también las paredes del interior han
de ser reforzadas como lo hizo el arquitecto con su diseño, en el cual aplicó
hebras adicionales.
Este
novedoso material le permite el elevar sus sistemas de seguridad ante la
posibilidad de invertir en grandes obras sobre tierras de posible inestabilidad
física y estructural donde usted y los inversionistas deciden que es factible
levantar un rascacielos o proteger con este mecanismo viejas estructuras
consideradas patrimonio en ciudades o grandes urbes que compiten a diario
dentro de los ciclos de lo nuevo o lo imponente.
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