Publico el artículo elaborado por el Ing. Michel Michelena como parte de la cátedra de Gestión Tecnológica de la FAD-LUZ, sobre los materiales y las construcciones sustentables.
CONSTRUCCIONES SUSTENTABLES
La construcción en un mundo globalizado como el de hoy en
día, sigue constituyendo parte fundamental del crecimiento de un país
desarrollado o en vías de desarrollo, sin embargo es importante recordar que
mundialmente las edificaciones representan aproximadamente el 30% de
desperdicio solido, el 25% de consumo de agua potable, el 25% de madera
cosechada, 40% de las emisiones de CO2 y el 60% del uso de la energía total, generando
un fuerte impacto ambiental.
Es por ello, que hoy en día en la búsqueda de la
preservación del planeta, se ha iniciado un avance tecnológico con el fin de
alcanzar materiales constructivos y diseños arquitectónicos, amigables con el medio ambiente, pero al mismo
tiempo, nos permita realzar el valor de las propiedades, aumentando las ganancias
y manteniendo el confort en conjunto con la calidad.
En este sentido, las construcciones sustentables siguen
una tendencia que se inclina hacia la arquitectura bioclimática, como una
herramienta para el diseño de interiores que se han confortables con el
ambiente, con sistema de climatización pasivos, el sol, las brisas y vientos,
tomando en cuenta características propias de los materiales de construcción,
incluyendo hasta la orientación de las edificaciones, entre otras.
Ahora bien, no
solo consiste en alinear las estructuras en orientación hacia el ecuador
permitiendo una entrada de calor más provechosa o en la ubicación de las
ventanas que permitan captar radiación solar y iluminación, sin mencionar la
ventilación y la zonificación de las obras en función de los requerimientos
térmicos. Para que una construcción sea sustentable, es necesaria, la
aplicación de los avances tecnológicos en lo referente a insumos y materiales de construcción reciclables y
renovables, que promuevan el uso racional y eficiente de la energía, la
conservación, ahorro y reutilización del agua y uno de los más importantes el
cambio en los hábitos de las personas en el uso de las edificaciones para
reducir el impacto de estas en la fase operacional e incrementar su vida útil.
Por lo tanto, el día de hoy quiero hablarles sobre un
material de construcción ecológico que descubrí hace un año a través de una
extensa incursión por internet en búsqueda de materiales verdes para la
construcción, sin embargo el mismo lleva varios años en el mercado Americano y
Europeo pero a pesar de su gran potencial aún no se a dado a conocer en
Venezuela, este se llama Hempcrete.
El Hempcrete, consiste en la mezcla de Hemp (Cañamo) y
Concrete (Concreto). Lo cierto es que es un concreto con fibras de cáñamo, un
material que le otorga una multitud de particularidades.
El hempcrete no es exactamente un concreto por que el mismo no contiene el
agregado grueso (áridos), por lo que viene a ser un conglomerado de fibras de
cáñamo con cemento portland o cal hidráulica (se puede hacer con ambos).
Por consiguiente las propiedades que hacen tan interesantes el hempcrete es
que en primer lugar, el cáñamo es un aislante bastante bueno, pudiendo
compararse los aislantes a base de cáñamo con los de lana de roca o vidrio sin
salir perjudicados por lo que le confiere una propiedad aislante bastante
considerable.
Es un material que se podría decir relativamente pesado, con una densidad
de aproximadamente 300 kg/m3, lo que le confiere inercia térmica,
por lo tanto un material muy interesante para diseñar edificios con estándares
de arquitectura bioclimática.
Al unir las fibras en conjunto con la cal y el cemento portland, se obtiene
unas propiedades mecanicas que si bien están lejos del concreto, son adecuadas para
el uso que se le suele dar a este material con resistencia de hasta 0.9 Mpa.
Y por ultimo y la más especial de las propiedades de este materia, la cual,
tiene mucho que ver con construcciones
sustentables, es que el hempcrete es un material de carbono negativo. En pocas
palabras, quiere decir que puede llegar a destruir
más dióxido de carbono del que se genera. Esto es debido a que el cáñamo es
la planta que puede adsorber más CO2 durante su cultivo, lo que
llegaría a subsanar el que se genera durante la producción, distribución,
puesta en obra y reciclado del hempcrete.
Para mostrarlo en un sencillo ejemplo, en la
construcción de un m2 de cerramiento tradicional genera
aproximadamente 100 kg
de CO2, mientras que uno realizado con 300 mm de hempcrete adsorbe 40 kg de CO2, lo
que nos permite un ahorro de 140
kg de CO2 x m2.
BIBLIOGRAFÍA
Paginas Consultadas.