sábado, 6 de junio de 2015

Hoy tengo el gusto de publicar otro de los artículos elaborados por mis ex alumnos del postgrado de Gerencia de Proyectos de Construcción de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad del Zulia.  


TECNOLOGÍA DOMÓTICA E INMÓTICA.
INGENIERÍA ELECTRÓNICA PARA LA ARQUITECTURA

Arq. Nolvis Urdaneta
C.I.: 18.624.301 


     Para los que nos encontramos insertos en el área de la construcción; el constante crecimiento demográfico, los efectos del cambio climático y la necesidad de crear ciudades sostenibles, han generado un debate sobre ¿cuál debe ser el modelo de ciudad que hemos de construir?. Un desafío en el que juegan un papel clave  ingenieros, arquitectos y urbanistas. ¿Cuáles son las claves para la transformación urbana? Tal vez una clave y parte de la respuesta a esta interrogante, podría estar relacionada con el surgimiento de la ARQUITECTURA INTELIGENTE.

     Este concepto de arquitectura nace en la década de los años setenta en Estados Unidos, por el inicio de la crisis aguda del petróleo y el aumento de los combustibles fósiles. La también llamada arquitectura domótica o inmótica, fue el resultado de la búsqueda de una solución ante la crisis y la inseguridad que desde ese entonces, sigue afectando a los países de América y todo el mundo.

     La arquitectura inteligente (Construcción + Tecnología + Energía Renovable), derivada de la integración de la construcción, la tecnología y los novedosos sistemas de provisión de energía, está basada en sistemas de aplicaciones electromecánicas de control de elementos claves en climatización y seguridad en los espacios, obteniendo como resultado espacios arquitectónicos mucho más confortables para el usuario. Se bifurca en dos ramas la DOMÓTICA orientada al área residencial y la INMÓTICA dirigida a inmuebles de mayor envergadura (hoteles, hospitales, polideportivos, entre otros), lo cual no significa que tecnología y productos implementados para la inmótica, no pueden aplicarse en vivienda y viceversa.

     La operación de un edificio inteligente integra los sistemas y subsistemas  tecnológicos horizontal y verticalmente. Esta integración domótica o inmótica,  permite que la información sobre el funcionamiento del edificio pueda ser utilizada por todos los sistemas, independientemente del sistema que genere la información (INTEGRACIÓN HORIZONTAL), y que el sistema de decisión contemple el detalle o la agregación de información de cada subsistema (INTEGRACIÓN VERTICAL). La información se hace ubicua para todos los sistemas y para sus ocupantes u operadores, a nivel físico, lógico y aplicativo.

     Los edificios inteligentes reconocen y reflejan los avances y la convergencia de los sistemas individuales, sus elementos comunes y la funcionalidad adicional que proporciona la integración. Los cimientos de los sistemas de un edificio inteligente son: cableado estructurado, protocolos de red abiertos y bases de datos estandarizadas.

     Dentro de la domótica e inmótica podemos encontrar sistemas especializados en control automático de elementos, tales como: Iluminación, sistemas de climatización artificial y natural, circulación vertical; ascensores, montacargas y escalares eléctricas; control de acceso remoto, circuito cerrado, sistemas de suministro y ahorro de energía, sistemas antirrobo y seguridad perimetral, sistemas anti-incendios, seguridad informática, control sanitario y sistemas de quiebre de vidrios, entre otros.

     Antes de realizar el diseño de un edifico inteligente, debemos de procurar realizar el estudio de costo adecuado, teniendo en cuenta los siguientes puntos: El aumento del presupuesto, incremento de productividad, gestión energética y de mantenimiento, las mejores comodidades y la oferta del mercado en cuanto a la economía y los equipos.

Las ventajas que se encuentran en el diseño domótico e inmótico son: El incremento de la seguridad de nuestros espacios, la reducción de costos con grandes resultados de optimización, mayor eficiencia en los servicios de mantenimiento, mejor calidad de vida con el ajuste de la climatización, entre otras ventajas.

     Con la construcción de edificios inteligentes todo el mundo gana. El valor del edificio aumenta para los promotores inmobiliarios y los propietarios. Para los administradores de propiedades e instalaciones, estos edificios  ofrecen subsistemas de gestión más eficaces y más eficientes, tales como la racionalización de la gestión global del edificio.  Para los arquitectos, ingenieros y contratistas, permiten combinar el diseño y la construcción con el consiguiente ahorro en la gestión global del proyecto.

     Los edificios inteligentes proporcionan el enfoque más eficiente en costos para el despliegue de los sistemas tecnológicos para edificios. La forma tradicional de planear y construir un edificio es diseñar, instalar y operar cada sistema por separado. Un edificio inteligente integral basa su diseño e instalación en la integración de todos los sistemas. Este proceso reduce las ineficiencias en las fases de diseño y construcción, ahorrando tiempo y dinero.

     Los edificios inteligentes también constituyen un elemento crítico en la sostenibilidad energética. Los sistemas de automatización que forman parte de un edificio inteligente, como los de gestión de climatización, medición y gestión energética, control de soleamiento y control de la iluminación; juegan un rol protagonista en la definición de la eficiencia energética real del inmueble.

     La tecnología domótica e inmótica permite que los arquitectos cuenten con opciones diversas para su creatividad y a la vez estar acorde con esta era de cuidado ambiental.

“La función de la arquitectura y del diseño no se limita a lo iconográfico. Su papel como agente transformador en las relaciones sociales y laborales puede ser clave”.

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