Arq. Edilmary Núñez. C.I.: 15.286.03
Los desastres pueden crear posibilidades de desarrollo
sostenible, pero el socorro y la reconstrucción sostenibles requieren que las
actividades de rehabilitación se integren en estrategias de desarrollo a largo
plazo. El incremento de la frecuencia de los desastres (Ver figura No. 1), tanto naturales como
causados por el hombre, que provocan una gran pérdida de vidas, daños a la
propiedad y al medio ambiente; suelen dar marcha atrás al desarrollo.
Los desastres perpetúan la pobreza, ya que obligan a los
países en desarrollo a aplazar sus programas nacionales de desarrollo, lo que
empeora las ya precarias condiciones sociales, económicas y ambientales, en
particular en los asentamientos humanos. El aumento de la frecuencia de los
desastres imposibilita el desarrollo sostenible en las zonas afectadas.
Figura No. 1
Las
personas pobres en todas partes, sobre todo en las zonas urbanas, son las que
más riesgos encaran. Los pobres del mundo viven en asentamientos densamente
poblados en la periferia de las ciudades, los cuales muchas veces carecen de
los servicios sociales básicos, situación que mantiene a muchos habitantes
atrapados en una espiral de creciente vulnerabilidad.
La
demanda de tierras con fines comerciales y residenciales ha llevado a la
utilización de terrenos poco apropiados expuestos a riesgos naturales (Ver figuras 2 y 3), muchos
asentamientos que han surgido espontáneamente están situados en zonas
peligrosas o imposibles de proteger. La
falta de seguridad en la tenencia, no incentiva las inversiones de las
comunidades en la mejora de las viviendas o de las normas sobre
infraestructura.
Figura No. 2
Figura No. 3
Muchas
veces las ciudades no pueden hacer
frente al rápido crecimiento de la población; aparte de eso, una urbanización
mal planificada y el creciente número de edificios mal construidos hacen aún
más vulnerables a las ciudades; la mayoría de las ciudades más populosas de
nuestros días se encuentren en zonas donde existen más probabilidades de
ocurrir terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra y otros desastres.
La
primera premisa para lograr la reconstrucción sostenible de una zona con
asentamientos humanos así como el reasentamiento de las poblaciones afectadas y
desplazadas, es hacer frente al problema de velar por su seguridad y protección
integral, además de eliminar las circunstancias y acontecimientos que generan
controversia y conflicto.
La
vivienda es una de las necesidades más evidentes e inmediatas después de
ocurridos los conflictos. Las
actividades de socorro y reconstrucción suelen centrarse en proporcionar
albergue rápidamente, sin tener en cuenta el impacto de las estrategias de
vivienda a corto plazo. Las estrategias de vivienda a largo plazo no sólo se
centran en la determinación y aplicación de planes de reconstrucción realistas
y permanentes en favor de las comunidades afectadas, sino que están vinculadas
con el restablecimiento de la confianza de la comunidad y el apoyo a las
estructuras de responsabilidad cívica y gobernanza urbana mediante la
participación en la planificación de los procesos de reconstrucción.
El
desarrollo de viviendas resistentes a los desastres, es un factor fundamental
para reducir la vulnerabilidad ante los desastres. Los derechos a la propiedad
y la seguridad de la tenencia de la tierra, influyen enormemente en el
mantenimiento, la gestión y el desarrollo de la vivienda, particularmente en
las zonas urbanas.
El
concepto de sostenibilidad gira en torno a tres elementos fundamentales: crecimiento
económico, protección del medio ambiente y desarrollo social. Significa que una
comunidad es un lugar aceptable, seguro y sano para sus miembros, y que ofrece
un fundamento sólido para una vida próspera con igualdad de oportunidades para
todos. Al integrar los principios de la
sostenibilidad desde las primeras fases de la recuperación en los asentamientos
humanos, la inversión estratégica durante las fases de emergencia puede
contribuir de manera significativa a sentar las bases del desarrollo sostenible.
Entre algunos
aspectos sociales básicos que mejoran la calidad de vida, además de fortalecer aspectos
económicos, políticos y ambientales; a
ser tomados en consideración, podemos mencionar el reconstruir los
asentamientos tratando de mantener la cohesión y el tejido social; promover y crear un ambiente sano en la comunidad y en
equilibrio con los ecosistemas; desarrollar planes de desarrollo, prevención y
preparativos, así como sistemas de alerta temprana y evacuación ante desastres
en las comunidades; desarrollar formas alternativas, ambientalmente sanas y
seguras para el manejo de los desechos; y facilitar el acceso a los servicios
de transporte, energía, agua potable y desechos sólidos, entre otros.
Muchas
de estas actividades son transversales y necesitan fortalecerse mutuamente para
garantizar el desarrollo local. De todos estos factores, en forma integrada y
en equilibrio mutuo, depende la sostenibilidad.
Bibliografía.
Centro Internacional de Formación de la OIT. UD6. La
reconstrucción posdesastre: una oportunidad para avanzar hacia el desarrollo
sostenible. Edición 2009-2010.
Consejo de
Administración del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos
Humanos. Evaluación después de los
conflictos y desastres naturales y provocados por el hombre y reconstrucción. 2005